Nuestros orígenes, nuestra pasión por la naturaleza
La dehesa es el lugar donde nuestros cerdos ibéricos viven en libertad y disfrutan de una amplia superficie sin límites ni restricciones, alimentándose de bellotas.
En este post te contamos…
El entorno: la dehesa
El origen de nuestros productos comienza en la dehesa. El lugar donde nuestros cerdos pasan la época de montanera alimentándose única y exclusivamente de bellotas, hierba y raíces.
La dehesa debe ser amplia, el cerdo debe poder pasear libremente, ya que su actividad física será determinante para conseguir jamones ibéricos de calidad.
Nuestras dehesas son un paraíso natural en el que encontramos amplios campos de encinas, rodeados de robles, fresnos y chopos, principalmente.
La procedencia: el cerdo ibérico
El cerdo ibérico es único y propio de la península, y sus derivados un referente en la gastronomía de nuestro país.
El cerdo ibérico se diferencia del resto por la infiltración de grasa que presenta en la carne, lo que hace que sean productos mucho más jugosos, con una sabor más intenso y el veteado que aparece entre la carne de color rojo brillante.
El cerdo ibérico pasea libremente por la dehesa, se desplaza y busca su comida. Durante un día puede andar hasta 15 km, lo que hace que los alimentos ingeridos se procesen mejor y que los sabores de la dehesa se impregnen en la carne ibérica.
La alimentación: la bellota
El cerdo se alimenta del fruto de la encina, la bellota. La alimentación unida a un proceso de elaboración propio es la clave para elaborar jamones y embutidos ibéricos de calidad.
La bellota tiene un alto valor nutritivo con proteínas, carbohidratos y ácido oleico, el ácido graso monoinsaturado más abundante que existe en la naturaleza, lo que conocemos como “grasas saludables”.
Estas grasas proporcionan abundantes beneficios a nuestro organismo, una de ellas es que ayudan a reducir la tasa de lo que llamamos colesterol “malo” y favorece en la creación de colesterol “bueno”.
Las bellotas transfieren estas propiedades a los productos ibéricos y son las responsables de su característico sabor agridulce y su aroma intenso tan singular.
La alimentación del cerdo es la que va a definir la denominación de su raza. Los cerdos son alimentados de pienso hasta que alcanzan los 100 kg, en este momento es cuando decidimos si los llevamos a montanera o no.
Si trasladamos los cerdos montanera, esta será la última fase por la que pasarán para convertirse en cerdos ibéricos a través del engorde tradicional.
Si decidimos seguir criando al cerdo a base de pienso, cereales, hierba y leguminosas, obtendremos cerdos de cebo.
Si quieres disfrutar del sabor de los productos del cerdo ibérico, en nuestra tienda online encontrarás jamones y embutidos ibéricos de calidad elaborados de manera artesanal.
