Elaboramos nuestros productos ibéricos a partir de la selección de las mejores piezas de nuestros propios cerdos de raza ibérica.
La cría del cerdo y su alimentación influyen en la calidad de nuestros productos, por eso, realizamos análisis de trazabilidad para controlar cada una de las fases de elaboración de nuestros productos, desde la cría de los lechones hasta que llegan a tu casa.
¿Cómo se elaboran los productos ibéricos?
La elaboración de los productos ibéricos comienza por el sacrificio del mismo, el cual se realiza tras el periodo de montanera.
Una vez sacrificado, procedemos al despiece y la separación de las piezas del cerdo ibérico: los jamones, las paletas, las costillas, los lomos, el tocino…
A partir de aquí y, después de haber pasado el control que asegura su calidad, comienza la elaboración de los productos ibéricos en nuestro obrador que, posteriormente, pasarán un proceso de secado. Nuestra filosofía se basa en mantener vivos los principios de la elaboración artesanal y en un proceso de curación lento. Dejamos que cada uno de nuestros productos alcance su punto de maduración óptimo.
Elaboración del jamón y la paleta
La elaboración del jamón comienza en el perfilado, una técnica artesanal por la que se retira la grasa que rodea la pata del cerdo. Continúa con la salazón y pasados unos días, son lavados y colgados en nuestros secaderos naturales, donde pasarán el proceso de curación hasta que alcancen su máxima expresión.
Realizamos un proceso de secado natural que varía en función de cada pieza y que finaliza cuando alcanza el punto de curación adecuado. Mientras que para las paletas varía entre 18 y 24 meses, el jamón alcanza su secado óptimo entre los 18 y 36 meses.
Elaboración de los embutidos ibéricos
Para la elaboración del chorizo, salchichón y longanizas ibéricas utilizamos materias primas como son la carne magra procedente de cerdos de nuestra propia producción, especias (que varían dependiendo del tipo de embutido) y sal.
Seleccionamos la carne magra a mano, la pasamos por la picadora y la amasamos para mezclarla bien. Para finalizar, condimentamos con las especias e ingredientes que necesitamos y la dejamos macerar unas horas.
En el caso del lomo, se elimina la grasa circundante y, posteriormente, pasa por un proceso de adobo antes de ser embutido.
Nuestros productos ibéricos se embuten en tripa natural que previamente ha sido limpiada cuidadosamente. A continuación, dejamos curar las piezas en nuestros secaderos naturales.
En el caso de nuestros embutidos ibéricos el tiempo se curación mínima varía dependiendo de la pieza. El secado del chorizo y el salchichón se alarga hasta los 4 meses, mientras que en el caso de la caña de lomo o el lomito asciende hasta los 6 meses. En el caso de las longanizas ibéricas el tiempo mínimo de maduración es de 2 meses.
Durante todas y cada una de las fases del proceso de elaboración del embutido ibérico nos implicamos al máximo y nos aseguramos de que se cumplen con las medidas de higiene y controles de calidad necesarios para asegurar la naturaleza de nuestros productos, en lo que se refiere al aroma y sabor que conseguimos manteniendo nuestra esencia tradicional.
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