¿Cómo distinguir un buen jamón?
¿Alguna vez te ha pasado que has ido a comprar un jamón y no sabías cuál elegir? La calidad del jamón se define por la alimentación que ha tenido el cerdo y la pureza de su raza, pero también es importante el cuidado y las técnicas utilizadas en su elaboración.
Hoy te contamos las características concretas para distinguir un jamón ibérico de calidad.
En este post te contamos…
- El precinto del jamón y su etiqueta
- La procedencia de la pieza
- La raza y alimentación del cerdo
- La forma de la pata del jamón
- El aspecto interior
1. El precinto del jamón y su etiqueta
En primer lugar, debemos fijarnos en la etiqueta, va a ser la que nos va a dar toda la información acerca de su procedencia.
La procedencia de la pieza
Nos indicará si se trata de un jamón o de una paleta.
- El jamón es la pata trasera del cerdo, es una pieza más voluminosa que necesita más meses de curación.
- Por su parte, la paleta pertenece a la pata delantera, es una pieza más grasa.
Si la dificultad en tu elección se basa en el elegir entre un jamón o una paleta, todo es cuestión de gustos. El jamón tiene un sabor más suave y untuoso, sin embargo, el sabor de la paleta es más intenso.
La raza y alimentación del cerdo
Por otro lado, la etiqueta también informa sobre la alimentación que ha tenido el animal y su raza. Lo que marcará la calidad del jamón cuanto más pura y natural haya sido su alimentación.
Cuando el cerdo es alimentado en la dehesa a base de bellotas y otros recursos del campo, se trata de un producto de cerdo de raza 100% ibérica. En este caso el precinto y la etiqueta son de color negro.
Si el cerdo es alimentado en la dehesa pero alguno de sus progenitores no es de raza 100% ibérica, estamos ante una pieza de cerdo con un 75% o 50% raza ibérica en la que su precinto y etiqueta serán de color rojo.
En el caso de los cerdos que son alimentados con pienso pero son criados en el campo y tienen un 75% o 50% raza ibérica, su precinto y etiqueta serán de color verde.
Mientras que si encontramos un jamón o una paleta con un precinto blanco, quiere decir que esa pieza procede de un cerdo que ha sido alimentado con pienso en una granja y tiene un 75% o 50% raza ibérica.
También puedes fijarte si su etiquetado incluye algún sello de calidad que indique que ese producto ha sido elaborado siguiendo estrictas normas de calidad, como es el caso del sello Calicer que avala nuestros productos. Que certifica que ese producto cumple con lo que dice su etiquetado, con los requisitos establecidos en el reglamento y la normativa del ibérico.
2. La forma de la pata del jamón
La apariencia externa de la pieza también nos va a dar ciertas pistas en cuanto a su calidad. Puede que se nos vayan los ojos hacia un jamón de mayor tamaño, pero lo cierto es que la forma es la que importa en realidad.
Un jamón estilizado y alargado con una caña fina y la pezuña desgastada y redondeada quiere decir que procede de un cerdo que estaba ejercitado y que ha sido criado libertad.
En cuanto al color de la pezuña, solemos pensar que un jamón con la pezuña negra pertenece a un jamón 100% ibérico, sin embargo, se dan casos en los que la pezuña es negra y el cerdo no es de raza ibérica. Por tanto, el color de la pezuña no puede ser una característica distintiva de la calidad.
En los cerdos alimentados con bellotas, el color de la grasa exterior es dorada intensa. Esto es señal de que los lípidos que ha transferido la bellota a la carne ibérica han entrado en contacto con el oxígeno formando una capa de grasa más suave y aceitosa, que al apretar con el dedo se debe notar blandita.
3. El aspecto interior
Cuando empiezas el jamón, puedes comprobar su calidad fijándote en su color. Un jamón ibérico de bellota tiene un color rojo intenso, fruto de la alimentación que ha llevado el cerdo y el largo periodo de maduración de la pieza.
Las vetas de grasa infiltradas entre la carne son indicativo de que el animal ha sido alimentado con bellotas y recursos de la dehesa.
En ocasiones, también podemos encontrar unos puntitos blancos que proceden de los aminoácidos que se han cristalizado durante el proceso de maduración. Esta característica no está presente en todos los casos, aun siendo un jamón ibérico de calidad, sin embargo, sí es un indicativo de calidad en la pieza que si los tiene.
Si quieres estar seguro de comprar un jamón ibérico de calidad elaborado de manera artesanal, en nuestra tienda online tienes disponible el jamón de bellota 100% ibérico en dos opciones diferentes: la pieza entera y loncheado a cuchillo.
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